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451 – VISIONES DEL INFIERNO, Parte I

“Habéis visto el Infierno, donde las almas de los pobres pecadores van. Para salvarles, Dios desea establecer en el mundo la devoción al Inmaculado Corazón” – Nuestra Señora de Fátima, 13 de Julio de 1917


ALMAS PERDIDAS
Nuestra Señora -
“Han sido establecidas muchas divisiones de ejércitos, en dos grupos.  Lucifer, Luciel, criatura despreciable de la oscuridad, se ha impuesto destruir al hombre, el alma del hombre, y llevarlas al abismo, las almas de Mis hijos.  Cuando caigáis, habréis caído por vuestra propia voluntad.  Ningún hombre entra al infierno a menos que se haya entregado libremente a satanás."
Verónica
- Ahora veo... Oh, veo - es como un gran agujero.  Veo que la tierra se abre y personas, personas simplemente caen, flotan hacia abajo dentro de un agujero muy grande.  Pero parecen carecer de peso.  No pueden controlar sus movimientos, y simplemente se están golpeando unos contra otros, y hay terror en sus rostros.  Y ellos van hacia abajo. Hay una tremenda luz llameante.
  
Y ahora también vienen hacia arriba unas criaturas horribles.  Ahora - ¡oh! Y están gritando de terror - las personas, pero  ahora sus cuerpos resplandecen como, como color anaranjado, como si estuviesen prendidos en fuego, como carbones resplandecientes.  ¡Oh!  Oh, y estas otras cosas - se ve como medio animal y medio humano - también colocan sus manos como garras y empujan las figuras, como seres humanos;  las empujan y las están atormentando.  Y sus mismos rostros son tan horribles.  Pero están - parecen - son tan horribles y feos, que ellos parecen como si estuvieran disfrutando el tormento de las pobres almas.  ¡Oh!
  
Ahora estos cuerpos de estas almas perdidas - parecen tener una combustión sin fin, como carbones vivos.  Y ellos ven hacia arriba, y es una desesperada - están tratando de subir, subir, fuera del agujero.  Pero entre más luchan por ir hacia arriba, más abajo llegan- abajo entre el foso.  ¡Oh!
  
Veo a muchos en el fondo de este foso, y ellos están allí sentados.  Ya no flotan.  Los otros deben ser los nuevos que descienden.  Y aquellos que están sentados, están sentados en depresión, y ellos repiten, "¡Perdidos para siempre!" ¡Oh!  ¡Oh! (Verónica gime con el espectáculo tan pesaroso). – 24 de Diciembre, 1973

 

UNA VISIÓN DEL INFIERNO
Verónica
- "Ahora huelo a - ¡ohh! un olor horrible, como de azufre y podrido.  ¡Ohh! (Verónica tiene dificultad para respirar)  ¡Ohh! ¡Nuestra Señora, no quiero ver!  Oh, Nuestra Señora desea que yo mire. 
Hay un hoyo profundo.  Oh, es, parece mucho una - oh, una caverna.  Ohh, y es - es muy - realmente huele como a carne podrida.  Y ahora Nuestra Señora me lleva hacia abajo... abajo... abajo.  ¡Oh!  ¡Oh! ¡Ohh! ¡Ohh! Veo a personas, y todas están, a medida que pasamos, todas extienden sus manos.  Ohh - ohh - Nuestra Señora... debo de ver.  ¡Ohh!

Nuestra Señora
- "Hijos Míos, veis a las pobres almas que ya no pueden ser rescatadas.  Muchos han venido aquí porque ellos fracasaron en escuchar las palabras del Padre.  Ellos han caído víctimas de los placeres de la carne. Más almas entran diariamente en este lugar terrible de sufrimiento por los pecados de la carne." – 8 de Junio, 1973

 

LOS PECADOS DE LA CARNE

“Sí, hija Mía, Nosotros vemos a un mundo que se ha entregado a satanás.  Las personas del mundo y de las naciones ahora se degradan a sí mismos en libertinaje, fornicaciones, y toda (clase) de pecados de la carne.  Más almas, hija Mía, se están yendo al infierno debido a estos pecados de la carne.  Ellas están cayendo al infierno tan rápidamente como copos de nieve que caen de los cielos."

Verónica - ¡Oh!  Oh, yo veo ese gran hoyo.  Es un - oh, es un hoyo, una caverna, que baja en la tierra.  Oh.  Ahora veo - parecen como cuerpos humanos, pero resplandecen.  Están casi encendidos como carbones.  Pero reconozco sus formas; son seres humanos.  Y casi puedo ver sus rostros, excepto por el resplandor naranja en que están.  Están llenos de terror; sus rostros están llenos de terror.  Ahora hacia un lado, hay criaturas horribles, horribles.  Parecen casi como mitad humano y mitad animal.  No tienen manos;  son como - uno de ellos está agarrado del lado de la pared.  Y a medida que los cuerpos de estas almas caídas pasan flotando, ellos los alcanzan pisoteándolos, al sostenerse a las paredes y pateándolas con los pies.  Pero los pies tienen uñas largas, como garras, casi como garras de animales.  Sus pies y sus manos son, son garfios de apariencia terrible.  Sus rostros - no los puedo describir.  Son horribles.

   Ahora parezco estar subiendo, arriba, arriba y no está tan caliente como lo estaba en el hoyo.  Y no puedo escuchar los gritos tanto.  ¡Oh!  ¡Oh!  (Estoy) saliendo del hoyo.  Oh, es como estar saliendo de un horno.  ¡Oh!  ¡Oh!

   Y ahora Nuestra Señora viene hacia acá.  Ella viene del lado derecho del asta de la bandera.  Y el cielo se pone muy iluminado.  Ahora Nuestra Señora se inclina.

Nuestra Señora - "Hija Mía, no es una vista agradable, pero es una que no puede ser evitada por muchos, ya que ellos escogen vender sus almas a Lucifer.  Muchos han sido redimidos por los actos de expiación y oraciones de los fieles y de aquellos quienes tienen la capacidad de amar.” – 18 de Junio, 1974

 

LA OSCURIDAD DEL ESPÍRITU

“¿Qué es la oscuridad? preguntas, hija Mía.  La oscuridad de la que hablo es una gran oscuridad del espíritu.  Aprende una lección simple de Fe.  ¿De qué le sirve a un hombre si gana el mundo entero y sufre la pérdida de su alma?  ¿Daríais mil libras de plata por un día en el abismo?

Verónica - ¡Oh!  ¡Oh!  Oh, veo estas cosas horribles otra vez.  Están abajo ahora-veo-estoy viendo dentro de un hoyo muy profundo, un hoyo muy profundo.  ¡Oh!  ¡Oh!  Ahora allí abajo veo - yo sé que son humanos.  Se caen.  Puedo ver rostros de gran miedo.  Tienen miedo.  Oh, ¡sálvalos!  ¡Sálvalos!

   Ahora a todo alrededor de ellos - ellos parecen haber perdido todo peso.  Ellos no se pueden controlar; están en una posición de flotar, las personas, que descienden al abismo.  Es un hoyo muy profundo.

   Ahora a los lados están estas horribles criaturas.  Ellas - no las puedo describir con palabras.  Ellas tienen, ellas tienen horribles caras con, con orejas puntiagudas, y algunas tienen ojos rasgados y otras tienen ojos redondos, cuencas profundas, casi como calaveras.  Pero todas tienen las mismas clases de manos y pies.  Son como telarañas, como, como las manos de las ranas con uñas largas, como garfios.  Y sus pies no son, ellos tienen, se ven como, que pudieran tener cinco dedos, pero todos tienen membrana entre ellos.  Y también tienen uñas largas.  Y con las uñas de sus pies membrenadas, ellas están agarradas de los lados de las paredes de este hoyo.  ¡Oh!  ¡Oh, es horrible!  ¡Oh!  "Oh, sácame de aquí, por favor, Madre."  ¡Oh!  ¡Oh!  Oh, ahora estoy subiendo.  No puedo-no quiero mirar hacia abajo.  ¡Oh!  ¡Oh!

   Ahora Nuestra Señora viene.  Oh, me siento mucho mejor.  Nuestra Señora ahora extiende Su mano, y dice:

Nuestra Señora - "Ven, hija Mía.  Es una visión que traerá mucho terror a muchos.  Debes saber ahora que lo que ves, está suelto sobre la tierra." – 13 de Abril, 1974

 

PERDIDOS PARA SIEMPRE

Verónica - ¡Oh!  Veo - oh, ¡el hedor!  ¡El hedor es tan horrible!  Veo un pozo profundo y es verdadero, ¡está quemando!  ¡Las paredes son naranjas y están ardiendo!  ¡Oh!  Oh, y veo a estas horribles criaturas; están prendidas de los lados de las rocas.  Algunas tienen alas sobre ellos con horrible - se ven casi humanos - medio humanos, medio animales pero tienen orejas puntiagudas y... ¡oh!  Por favor, Madre Santísima, ¡sácame de aquí!  ¡Oh!  Tienen pies que se ven como garras y brazos con pelo, pero ellos, también, los dedos tienen uñas largas; son como garfios, y tienen las más horribles expresiones sonrientes en sus rostros.

   Ahora veo cuerpos de seres humanos cayendo - cayendo.  A medida que caen ellos comienzan a brillar.  Brillan como un brillo de color naranja - y gritan: "¡Auxilio!  ¡Misericordia! ¡Misericordia!  ¡Demasiado tarde!  ¡Demasiado tarde!"  ¡Oh!  ¡Oh!  ¡Y veo que caen tan rápidamente!  No sé de dónde caen.  Ellos parecen como lluvia - (que caen) casi del cielo al pozo.  Y veo - ¡oh!  ¡Veo algunos sacerdotes!  ¡Oh!  ¡Oh!  Y veo que uno tiene - ¡oh!, un sombrero de cardenal sobre su cabeza, y hay tres - ahora puedo contarlos - son tres, tienen mitras sobre sus cabezas.  ¡Oh!  ¡Es tan horrible!  ¡El calor es tan grande, y el hedor!  Siento como si me quemara... ¡oh, Madre Santísima!  Ahora estoy subiendo.  El aire es más claro; no es tan pesado.  ¡Oh!  ¡Oh!  Ahora se pone más claro.  ¡Oh, estoy tan contenta!  ¡Oh!

Nuestra Señora - "Hija Mía."

Verónica - Nuestra Madre Santísima ahora me lleva - siento que estoy toda cubierta con sudor.  El calor - ¡es tan grande! Ahora Nuestra Señora me mira tristemente y luego se va hacia el lado derecho del asta de la bandera.  Puedo ver el pozo negro ahora.  ¡Oh!

Nuestra Señora - "Hija Mía, has visto las pobres almas de los perdidos para siempre en la eternidad. – 7 de Septiembre, 1974

 

EL REINO DE LOS CONDENADOS

“¡El hombre en su arrogancia ha desechado la verdad del alma eterna, la naturaleza del hombre, la inmortalidad del alma!  Sabed que no hay una palabra tal como `muerte' -  ¡únicamente del cuerpo humano!  Sois como sois - una entidad que vive para siempre.  Pero al pasar el velo - tenéis vuestra elección de los reinos - para siempre en la Luz, o en las tinieblas.  Para siempre con Dios el Padre, Mi Hijo, y todos quienes han purificado sus vestimentas en sufrimiento y martirio para Mi Hijo, u os uniréis al reino de los condenados - las tinieblas - el lamento y la tortura del corazón, sabiendo que estáis perdidos para siempre en el abismo.

   “¡Ay!  ¡Ay!  ¡Ay de los padres de familia quienes llevan a sus hijos por el camino del abismo!"

Verónica - ¡Oh!  ¡Veo un pozo horrible!  ¡Un hoyo profundo y esas criaturas horribles!  Ellas parecen agarrarse a los lados de la piedra.  Son mitad humanos, mitad animales.  Sus dedos y sus pies son como garras - garras largas con uñas largas.  Ahora ellas, también, tienen... oh... ahora sé lo que son.  También tienen alas.  Esas dos que están agarradas, ellas tienen alas pero no son bellas como los ángeles.  Ahora escucho esta voz que dice:

Voz - "¡Los caídos, hija Mía, los caídos!  Los ángeles caídos."

Verónica - ¡Oh!  Se ven como - ¡ay!  ¡Repugnantes, negros, carbonizados!  Orejas en puntas, ojos rasgados, dientes que salen de sus labios inferiores, si se les quiere llamar labios - es como una cuchillada en sus rostros y colmillos - como dientes.  Y ahora sus cuerpos parecen adherirse a los lados de la piedra pero uno alcanza ahora con algo como garras... ¡oh!  ¡Es horrible!  Él hace así.

   Y ahora veo a muchas, muchas personas.  Las reconozco por sus formas pero son transparentes y como carbones encendidos de color naranja, y todas tienen una mirada de terror y susto y gritan aunque no las puedo oír, hay tanto chisporroteo y ruido de risa - ¡una horrible, espantosa risa!  ¡Oh!  ¡Oh!  Y las personas, sé que son personas.  ¡Oh, tengo tanto miedo!  ¡Ahhh!  Veo a muchas personas jóvenes allí.  Parecen tener quince o dieciséis años.  ¡Oh!  Muchachos, muchachas.  Y veo... ¡oh!  Veo a una monja ahora.  ¡Su falda ondea!  ¡Ella parece estar cayendo de cabeza dentro del hoyo!  ¡Oh!  Pero la falda que tiene puesta no es larga - es corta - más arriba de sus rodillas.  ¡Oh!

Voz - "¡Falta de piedad!  ¡Impureza!  ¡Inmoralidad!  Tal es el destino, ¡el destino de las doncellas tontas!”

Verónica - ¡Hay una voz, una voz que retumba en mi cabeza!

Voz - "¡Falta de piedad!  ¡Impureza!  ¡Inmoralidad!  Tal es el destino, ¡el destino de las doncellas tontas!”

Verónica - Oh, Madre Santísima, ¡sácame!  ¡Oh!  ¡Ohhh!  Ahora parezco estar saliendo de esta fosa y verdaderamente hay humo - es gris.  (Verónica tose).  ¡Ah!  Es gris y huele a... oh, lo puedo saborear - ¡a azufre y podrido!  ¡Ahhh!  ¡Oh!  ¡Oh!  (Verónica siente náusea)  ¡Oh!... ahora saliendo.  Es como un viaje muy largo a través del aire.  ¡Oh!  Ahora estoy saliendo y hay luz del sol.  ¡Oh!  ¡Oh!  Nuestra Señora ahora viene.

Nuestra Señora - "Ves, hija Mía, es el lugar de los condenados.  El hombre busca remover esta verdad de entre vosotros. Sabed que hay un infierno, y hay un lugar de purificación antes que entréis al Reino del Padre.  Un alma tiene que estar tan pura y blanca como un copo de nieve antes de contaminarse en la atmósfera de la tierra antes que pueda entrar al Reino del Padre.” – 6 de Octubre, 1974

 

UNA ETERNIDAD SIN LUZ

Hay un plan para cada alma colocada sobre la tierra, hija Mía.  Es por eso que el castigo, el castigo para la humanidad será grande.  El hombre ofende al Padre con sus asesinatos de los no-nacidos.  Repito, hija Mía, la triste noticia que todos los que de libre voluntad tienen cualquier participación o medida en la carnicería de una criatura no-nacida y su alma, dada por el Padre, será condenada a los fuegos eternos del infierno, ¡el príncipe de las tinieblas reclamando sus almas y uniéndolos a las filas de los condenados para siempre!"  

Verónica -  ¡Oh!  ¡Oh!  Veo - oh, veo un gran agujero, parece ser;  parece, parece ser como un cráter.  Y Nuestra Señora va, camina hacia allí.  Ella no camina, Ella flota hacia allí.  

Nuestra Señora - "Ven, hija Mía, esto lo debes ver y dárselo al mundo."  

Verónica - Oh, Madre, no.  ¡Oh!

Nuestra Señora - "Mira hacia abajo, hija Mía, ¡dentro del reino de los condenados!"  
Verónica
-  ¡Oh!  ¡Oh!  

Nuestra Señora - "Describe, hija Mía, la escena.  

Verónica -  ¡Oh!  Hay un gran agujero como cueva;  las paredes están ennegrecidas con carbón y hay llamas - hay llamas calientes y chamusqueantes que escalan las paredes.  Y del lado derecho,  ¡ahhh!  Hay una cosa horrible, él - no se como permanece sobre la pared, no es tan áspera.  Pero él tiene alas como, oh, como una especie de murciélago, y tiene piernas y los pies son como garras de sapo, y su cabeza es, oh - como un duende y orejas puntiagudas, ojos rasgados, y él sonríe horriblemente.  ¡Oh!  Ahora él trata de alcanzar - Nuestra Señora toma mi mano, estamos flotando hacia abajo - está horriblemente caliente.  ¡Oh!  Flotamos hacia abajo, y estas cosas, ahora hay muchos más de ellos.  Nuestras Señora dice muy quedamente:  

Nuestras Señora - "Ellos son los ángeles caídos, hija Mía."  

Verónica -  ¡Oh!  Y vamos más abajo.  ¡Oh!  Y hay miles y cientos de personas ahora.  Pero ellas, sé que son personas, pero no tienen forma;  parecen ser como carbones ardiendo.  Puedo ver la forma de sus cuerpos, pero están desnudas.  ¡Oh!  No puedo - sé que están desnudas.  ¿Nuestra Señora?  ¡Oh!  ¡Oh!  Ellas - ni siquiera tienen peso - ellas flotan, y van de arriba hacia abajo, y ellas gritan.  El ruido - duelen mis oídos.  ¡Oh!  ¡Oh!  Ellas gritan, ¡oh!  Se ven terriblemente asustadas.

   Y ahora ellas - algunas están boca abajo y caen dentro del agujero y cuando llegan abajo, algo como una explosión de aire caliente y fuego los dispara de nuevo hacia arriba.  Es como si no tuvieran movimiento ni dirección.  ¡Oh!  ¡Oh!  Ahora Nuestra Señora va hacia arriba, y yo subo;  hay un terrible hedor.  ¡Oh!  Como azufre y (Verónica tose).  ¡Oh!  ¡Oh!  Azufre y como algo podrido  algo, no sé, lo puedo probar.  ¡Oh!  Ahora se pone más claro, ¡ah!  Ahora estamos afuera.  Se pone muy brillante.  Me siento mejor.  ¡Oh!  Nuestra Señora viene hacia aquí y descendemos, ¡oh!  

Nuestra Señora - "Ves, hija Mía, hay un infierno.  Hay un reino de profunda oscuridad y condenación -  para siempre, ¡eternidad, sin luz!” – 20 de Noviembre, 1974

 

UNA ETERNIDAD CONDENADOS Y ENCADENADOS A SATANÁS
Nuestra Señora -
“Fuisteis creados, hijos Míos, para abriros camino y pelear una buena batalla en contra de satanás hasta vuestro regreso de vuestro peregrinaje hacia el Padre a las puertas del Reino.
  
“Nosotros lloramos lágrimas amargas de dolor con cada dolorosa vista de una criatura que ha sido perdida para siempre al Reino del Padre."

Verónica
- Ahora veo - veo hacia abajo con Nuestra Señora.  Ella señala hacia abajo a un gran abismo, un gran agujero en la tierra.  Es - ¡oh!  Es una fosa sumamente profunda, y hay humo y está muy nauseabundo.  ¡Es un hedor que es tan horrible! ¡Es como una combinación de azufre y algo muy podrido!  Ahora Nuestra Señora cubre mi cabeza con Su manto azul.
Nuestra Señora
- "No deseo que tú sufras, hija Mía, esta terrible visión de las almas condenadas.  Muy a menudo has visto este terrible abismo.  Rezarás más y harás mucha penitencia para aquellas pobres almas que, sin tus oraciones y las oraciones de tus hermanos y hermanas, estarán confinadas para siempre al abismo, eternamente condenadas y encadenadas por satanás."
Verónica
- ¡Oh!
Nuestra Señora
- "¡Sí, hija Mía, hazlo saber al mundo que satanás ha puesto un engaño entre vosotros! Él buscará quitaros la verdad en cuanto al conocimiento de la existencia de su reino - ¡el infierno!  Él hará esto, hija Mía, de una manera muy astuta, usando los cuerpos de seres humanos para hacer su voluntad.  Es por esto, hija Mía, que debes rezar mucho para que el Padre te ilumine a través del Espíritu.  Los enemigos de Dios trabajan en una forma humana.
  
“Los demonios siempre están entre vosotros, esperando entrar.  Si son arrojados por medio de la oración, penitencia y recepción de todo corazón, de Mi Hijo en la Eucaristía;  si os descarriáis del camino, regresarán con doble fuerza para tratar de entrar y seducir vuestra alma - ¡tan grande es el poder de satanás!  Sin embargo, no será victorioso si no os descarriáis del camino que os ha sido dado.
  
“La vida sobre la tierra seguirá en una constante batalla en contra de satanás.  El camino ha sido oscurecido por la humanidad.  Pero Yo, hijos Míos, llevo la Luz.  Todos Me seguiréis, vuestra Madre, en la Luz.  He tomado Mi candela, hijos Míos, y voy por vuestro mundo en busca de Nuestras ovejas descarriadas.” – 28 de Diciembre, 1974

 

EL ESCAPULARIO SALVA DEL INFIERNO

“Hija Mía, no te detengas en tus esfuerzos por dar estos Escapularios. Os dirigí bien, hijos Míos, en varias instancias a través de vuestra vida. Pensad en lo pasado, hija Mía e hijos Míos, pensad en el pasado cuando fuisteis impuestos con el escapulario Marrón.

       “Os digo ahora que si deseáis ser impuestos (con el Escapulario), únicamente puedo sugerir - aunque no será como vosotros deseareis - solo puedo sugerir que busquéis a un sacerdote franciscano, uno carmelita o uno dominico. Los otros se han alejado hasta cierto punto, y tus posibilidades de encontrar uno exitosamente serian muy pocas, hija Mía, entre los otros.
"Os prometo a todos, que cuando lleváis Mi Escapulario Marrón, no seréis condenados al infierno. Os repito: Si pasáis el velo y lleváis puesto el Escapulario Marrón, no veréis las llamas del infierno.
     “Hija Mía e hijos Míos, tomará gran valor para que luchéis, por los otros en vuestra parroquia, y por aquellos quienes son vuestras amistades, quienes no tienen el valor de sus convicciones - valor para ir adelante y promover el Escapulario Marrón... Yo no me retraigo de Mis palabras a la humanidad: a menudo He dicho al mundo, que si lleváis Mi Escapulario, seréis salvados.
     “Para comprender esto mejor, hija Mía, conversaré más adelante contigo. Ahora debe conocerse esto: que el Escapulario no puede manteneros fuera del Purgatorio. Yo di a propósito esta información a San Simón Stock, el conocimiento de la existencia de un sacramental tan poderoso que un hombre quien rápidamente caería al infierno, escapará, a través de la misericordia de Dios, y la existencia de una sombra de fe que él pudiese haber tenido.” – Nuestra Señora, 14 de Septiembre, 1985

 

LIBRE ALBEDRÍO
"Ningún hombre será condenado a la condenación eterna, ninguno caerá - a menos que caiga de su propia voluntad.  El hombre ha caído y se ha vuelto tibio porque ha buscado las cosas materiales de la vida, para que alimenten su cuerpo, su naturaleza carnal, mientras que su alma se muere de hambre.  ¿De qué sirve si acumuláis todas las riquezas del mundo y no guardáis vuestros tesoros en el Cielo?  Atravesaréis el velo con nada, más que con los méritos de amor y de oración.” – Jesús, 18 de Marzo, 1978

 

 

 

 

 

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Revised:
October 23, 2013